
Watchmen o "Los Vigilantes", película de 2009 dirigida por Zack Snyder y basada en la novela gráfica escrita e ilustrada por los ingleses Alan Moore y Dave Gibbons, inspira mi corto escrito del día de hoy.
Debo reconocer que la película, a pesar de que cae en pasajes un poco monótonos o de cierta inverosimilitud, da cuenta de una serie de elementos que quisiese señalar y por supuesto criticar.
Para lxs que no conocen el argumento de esta novela gráfica/película, se escenifica en un momento histórico alternativo en el año 1985, en el que los Estados Unidos de América han ganado la guerra de Vietnam y Nixon está casi eternizado en el poder (con todo su parche republicano y belicista).
Sin embargo, esta obra no se va con paños tibios como la mayoría de DC comics; por el contrario, la intervención politizada que llevan a cabo en la guerra el Dr. Manhattan y su séquito de secuaces (perdón, superhéroes) hace que las fuerzas gringas arrasen con el vietcong y que de hecho estos combatientes enemigos terminen venerando al Dr. Manhattan como un dios.
De igual manera, los "vigilantes" reprimen movilizaciones sociales con violencia física y persiguen de manera neurótica a "criminales" malvados (como uno a punto de morir de cáncer). En otras palabras son una fuerza paramilitar, que cuenta con el gran poder de un ser como el Dr. Manhattan, un sujeto capaz de manipular la materia a voluntad (incluida su propia materia), de teletransportarse y de ver el futuro y el pasado.
Vendría uno a pensar que un sujeto con la sabiduría de este Doctor, que antes de morir como humano era una eminencia en física nuclear, tendría un criterio horizontal o al menos humanitario para decidir sobre los problemas que le surgen. Pero por el contrario, el Dr. Manhattan decide permitir que otro de los guachimanes, el filántropo, billonario, genio, inmortal, megalómano, velocísimo, fuertísimo y "bueno" de Ozymandias, lo manipule con el fin de crear un autoatentado, (cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia) que acabe con las tensiones nucleares entre las potencias, (EEUU y la URSS) no sin antes acabar con los millares de habitantes de Nueva York, con un arma nuclear empleada por Ozymandias, la que el Dr. Manhattan pudo haber detenido.
Esta es la lógica militarista justificada de pacificación, que presume que cualquier tipo y cantidad de violencia es justificable con tal de alcanzar la paz... Es decir, una justificación rampante de violencias como la paramilitar, la militar y la de la intervención en naciones extranjeras para "traer la paz y la democracia" del proyecto civilizatorio occidental, moderno y capitalista.
Debo reconocer que me causó real tristeza observar el desenvolvimiento de esta historia de ficción, (pues me había gustado bastante antes del desenlace) que sin embargo rompe con la visión de "buenos" y "malos" que mucha gente mantiene, pues al final son los detentadores de la autoridad, los guachimanes hiperpoderosos los que toman y asumen una "solución final" muy del estilo Nazi y del corte fascista, como borrar millones de personas del mapa para alcanzar la paz.
A pesar de lo anterior, la historia escenifica sujetxs de carne y hueso, con penas, obsesiones, frustraciones, desengaños y además que envejecen, tema que no se trata demasiado cuando de superhéroes se trata.
Por ello y a pesar de que el culto gringo a los superhéroes me parece un indicador cultural de la tolerancia a la justicia privada, (y por ende al paramilitarismo) considero recomendable ver este filme, o mejor aún, leer y ver directamente la novela gráfica.
saludos
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