Navidad, la hermosa época en la que nos reunimos y celebramos en familia lo deprimente que ha sido el año transcurrido. Supongo que usted mi querido lector estará pensando que esto será uno de tantos agradables escritos estúpidos afirmando que “La navidad es un invento comercial” “¡Cómprame algo para demostrar que me amas!” lo cual me permitiría fácilmente el llenar un gran espacio diciendo las inexplicables tradiciones que el capitalismo ha creado con el tiempo en estas fechas decembrinas, como por ejemplo el hecho de que nuestra versión de “Santa Claus” o “Papá Noel” no sea otra cosa que una de tantas mascotas de Coca-Cola que adquirió gran fama, o que nuestra navidad sea una bizarra combinación entre la tradición tuca de Nicolás de Bari, posteriormente conocido como Saint Niclaus (San Nicolás) y finalmente como Santa Claus o Santa Atroz (si alguien me está leyendo desde “El pueblo Halloween”), y el nacimiento de Jesucristo, que por cierto ni siquiera nació en estas fechas pero el Imperio Romano convertido oficialmente en un imperio cristiano decidió convertir a su clásica festividad Saturnalia (fiesta pagana que rendía tributos al dios del tiempo) en la supuesta fecha donde su señor Jesucristo había nacido. Supongo yo que esto lo hicieron para no darles hacer un nuevo festivo en el calendario, ya saben todo esto de la opresión obrera en el imperio…
Como les dije, no planeo hablar de lo inconsistente que puede llegar a ser nuestra tan adorada fiesta, al contrario pienso que sería una blasfemia el estar quejándome de ella mientras en mi casa armamos nuestro pesebre justo debajo del árbol de navidad. Y sinceramente en mi caso adoro la navidad, no por los regalos (aunque no puedo negar la emoción que me causa ver un paquete con mi nombre debajo del árbol). Es por el aire que se respira, se siente paz en el ambiente de solo ver el colorido árbol sintético, no puedo negarlo, creo tristemente que el espíritu de las navidades pasadas se oculta bajo las cosas más inesperadas, en mi caso el delicado espíritu se oculta bajo una canción, una en especifico que aunque no sea muy profunda suele causar una enorme nostalgia en mi, esa canción que “Café sello Rojo” sacó hace más de 5 años, en la que el patriota grano de café le regala una bolsa de este al bebe Jesús, y aunque es más patético cuando lo escribo, no puedo evitar que esto me de nostalgia, porque debe haber alguna razón por la que este recuerdo es tan fuerte en mí. Después de todo “Aquellas cosas que recordamos eternamente sin el saber porque son las que aquel niño, joven o adulto que solíamos ser pensaron en algún momento que eran lo más importante”.
Y me disculparán si no están de acuerdo conmigo, siempre usted mi querido lector ha tenido la posibilidad de ver cualquiera de los otros artículos o simplemente cambiar de pagina y revisar su facebook. Pero la navidad es y siempre será la festividad que necesitamos como “País en vías de desarrollo”, ¿Por qué? Verá usted, el argumento más utilizado por aquellos que “están en contra de la navidad” es que no importa cuánto odio se halla sentido por una persona el 24 se llora al lado de él y para el 1ro de enero el odio vuelve a ellos. Es muy cierto, no lo puedo negar, pero aunque obviamente no se tiene la discusión necesaria para solucionar le problema, siempre he dicho que si hemos perdonado a alguien es porque aunque sea una pisca de nuestro ser deseaba el perdonarlo, seámonos sinceros, si en realidad lo hacen únicamente porque “es navidad y es el cumpleaños de Chucho” es tan estúpido como perdonar a un asesino porque ese día es su cumpleaños, la intención está y eso lo aseguro, le problema no es que se perdone, ese tipo de perdón es un emotivo momento en el que el instinto supera a la razón, el problema es el posterior, cuando se inicia un nuevo año y nuestra razón se niega a aceptar aquello que nuestro subconsciente instintivo deseaba, seguimos empeñándonos en razonar cada pequeño detalle, eso es lo que como país nos ha impedido darnos cuenta que mientras nosotros detallamos hay uno que otro desgraciado que mueve a su antojo la obra general, Da Vinci alguna vez busco la perfección en el hombre, pero de lo que se dio cuenta es que no es un detalle especifico lo que nos hace como somos, es nuestra totalidad, de esta deberíamos estar orgullosos. Obviamente el detallar es necesario, pero no hay que buscar rastros de gasolina para encontrar una casa que se está quemando.
Eso de solucionar al país entre sueños cuesta más de lo que creen, pero si las irracionales teorías son ciertas y nuestro mundo se acabará en el 2012 mejor solucionar nuestros problemas este año, es más aunque este no fuera a acabar, todos deberíamos agarrarnos de nuestras sillas pues el cambio de gobierno va a ser un golpe fuerte para este país que se hunde en sus mentiras, porque yo no espero menos de nuestro alcalde Petro, ya nos hemos dado cuenta que el problema que tenemos es demasiado grande para solucionarlo con pequeñas acciones, necesitamos a alguien que tenga los pantalones para poder hacer temblar las mega-estructuras corruptas que se han venido creando con el tiempo, y así, de los escombros de nuestra corrompida ciudad crear una nueva, empezar de cero renaciendo como el fénix.
Y para finalizar, mi deseo de navidad es una Bogotá, que digo Bogotá, una Colombia más consciente de que los problemas del país no se detienen mientras Jesús Claus baja en su trineo a su pesebre, el mundo sigue girando mis queridos amigos y aunque no está mal celebrar nuestros buenos momentos, no hay que dejar que los recuerdos de buenas épocas nublen nuestro juicio en estos tiempos difíciles.
Y hoy… nuestro chef especial recomienda un libro, quizá algo viejo, pero merece sus aplausos EL GANADOR DEL PREMIO ALFAGUARA (Redoble de tambores):
“El ruido de las cosas al caer” de Juan Gabriel Vasquez
y para acompañarlo que tal un poco de música de este novedoso grupo Mexicano, para ustedes Azul Antena, aquí su MySpace (aunque ya nadie use esa mierda): http://www.myspace.com/azulantena
Y claro... una de sus canciones:
Si quieren descargar el disco, el link está en la descripción del vídeo
Insultos, felicitaciones, cualquier tipo de inquietud o maleficio indio de mala suerte contácteme en Twitter como @Tisamarto recuerde que solo tiene 140 caracteres para expresar su odio así que por favor sea ingenioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario